Santiago de Chile -

martes, 1 de junio de 2010


Al menos 45 de los 682 detenidos han firmado la orden de deportación
Las autoridades jordanas anuncian que esperan la llegada de 121 activistas
Todos los demás son considerados por la Ley como inmigrantes 'sin papeles'
Israel ha decidido liberar a cientos de activistas extranjeros detenidos a bordo de una flotilla respaldada por Turquía que transportaba ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, incluyendo a algunos que había amenazado con enjuiciar, según han informado fuentes políticas. Las expulsiones comenzarán durante la noche y se extenderán durante 48 horas.


El anuncio del minigabinete de seguridad israelí no tardó en hacerse sentir en la cárcel de Beer Sheva. Empieza a vaciarse de forma gradual. El modesto parking de esta cárcel, inaugurada recientemente, será ocupado por numerosos autobuses en búsqueda de los detenidos. 120 detenidos en tres autobuses salieron hacia el paso fronterizo jordano de Allenby. Entre ellos, muchos ciudadanos de países con los que Israel no tiene relaciones diplomáticas. El resto, se dirigirá escalonadamente al aeropuerto de Ben Gurion, cerca de Tel Aviv.
La decisión de ponerlos en libertad de forma inmediata y no exigir ningún documento de deportación voluntaria se interpreta en Israel en el contexto de la fuerte presión internacional. Tener a centenares de detenidos extranjeros no era precisamente el mejor método para intentar reconstruir la gravemente dañada imagen del país. Aunque no es el único, si que es uno de los factores más importantes que ha tenido en cuenta el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sobre un total de 682 personas de 42 países arrestadas el lunes a bordo de seis buques, Israel ya ha expulsado a 45, según la portavoz policial Sabine Hadad. Además, las autoridades de Jordania han anunciado que esperan la llegada de 121 activistas de varias nacionalidades.
Entre los pasajeros de la flotilla, 380 son turcos, la gran mayoría. También hay 38 griegos, 31 británicos, 30 jordanos y 28 argelinos, entre otros. Ankara anunció este martes el envío de tres aviones especialmente equipados para repatriar a 20 heridos que combatieron contra los soldados a bordo del 'Mavi Marmara', el mayor de los barcos que participaban en la expedición humanitaria.

Como 'sin papeles'

Los detenidos son considerados por la Ley israelí como inmigrantes indocumentados, pese a haber sido arrestados en aguas internacionales. Así, para poder quedar en libertad y volver a sus países de origen se ven obligados a firmar una orden de expulsión. Una opción que muchos de ellos han rechazado, puesto que implica reconocer que se ha entrado en el país de forma ilegal.
Sin embargo, ese no fue el caso de la activista española Laura Arau, que aceptó la deportación sin tener que admitir ese supuesto, según asegura el 'número dos' de la embajada en Israel, Juan González-Barba, que también señaló que sus otros dos conciudadanos detenidos -Manuel Tapial y David Segarra- "se lo quieren pensar antes de tomar una decisión" sobre la firma del mencionado documento.
La diputada árabe-israelí Hanin Zuabi, que viajaba en uno de los barcos de la flotilla humanitaria, fue la primera en ser liberada y no tardó en contar a la prensa cómo en los 15 primeros minutos del asalto militar vio hasta cinco cadáveres en su barco. "El propósito del Ejército era causar el mayor número de bajas", aseguró.

0 comentarios:

Publicar un comentario