Santiago de Chile -

viernes, 4 de junio de 2010


Benedicto XVI ha hecho un llamamiento al diálogo con los "hermanos musulmanes", animando a los católicos a continuar con él "a pesar de todos los problemas". El Papa hacía esas declaraciones en el avión que le ha traído hoy a Chipre, una isla mediterránea traumáticamente dividida en dos desde que en 1974 los turcos invadieran la parte norte en respuesta a un golpe militar orquestado por la junta militar griega.

Las palabras del Benedicto XVI adquirían un significado especial tras el asesinato este jueves de Luigi Padovese, el presidente de la Conferencia Episcopal turca, acuchillado a manos de su chófer.

El Pontífice, el primero en la historia que visita Chipre, no sólo hacia un llamamiento a favor de la convivencia fraterna entre musulmanes y cristianos sino que trataba también de despejar las sospechas que se ciernen sobre el asesinato de Padovese, y detrás del cual algunos consideran que podrían ocultarse móviles políticos o religiosos.

"Estoy profundamente dolido por la muerte de monseñor Padovese. (...). Pero, aun así, esta sombra no tiene nada que ver con este viaje porque no debemos atribuir lo sucedido a Turquía o a los turcos", aseguraba. "Es una cuestión de la que tenemos poca información. Pero es seguro que no se trata de un asesinato político o religioso. Se trata de una cosa personal. Esperemos a tener todas las explicaciones, pero no queremos ahora mezclar esta situación trágica al diálogo con el islam".

Según las autoridades turcas, Padovese habría sido asesinado por su chófer, un católico de 26 años que trabajaba para él desde hace cuatro y que estaba en tratamiento psiquiátrico. Sin embargo, a muchos les parece excesiva casualidad que el crimen se haya producido la víspera de la visita histórica del Papa a Turquía, y en la que Padovese tenía previsto participar.

Como también sorprende el alto número de acciones violentas contra sacerdotes llevadas a cabo por presuntos desequilibrados turcos. Desde el asesinato a balazos en febrero de 2006 del padre Andrea Santoro mientras rezaba en una Iglesia de Trabzon hasta los ataques no mortales contra otros tres sacerdotes en Turquía también en 2006, todos fueron atribuidos a personas con problemas mentales.

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